¿HABLEMOS DE ROSWELL O DE OVNIS2.0?

 

El mundo de la ufología a avanzado en los últimos tres años como no lo hizo en los 70 años de historia de este.

Luego del revuelo mediático de la noticia publicada por el New York Times que estremeció al mundo de los ovnis por allá en 2017 gracias al trabajo de investigación “¿Losovnis son reales? Un programa del Pentágono intentó averiguarlo” realizado por Helene Cooper, Ralph Blumenthal y Leslie Kean con el cuál contaron al mundo que la investigación de los ovnis por parte de los EE. UU no había concluido como nos habían hecho creer, sino más bien, los programas secretos de investigación se habían mantenido activos y en secreto a la ciudadanía desde 2007 a 2012.

Pudimos también enterarnos de que un grupo muy particular, Academia de Artes y Ciencias de las Estrellas (TTSA, por sus siglas en inglés) conformado por distintas personalidades que incluyen tanto a exmiembros gubernamentales, del mundo de las ciencias e incluso del espectáculo destinado al trabajo de compilar documentación, investigación, divulgación y prestos a crear un ambiente que permita mantener informada a la ciudadanía en general sobre temas como la propulsión por energía proyectada, tecnología antigravitacional, comunicaciones cuánticas o metamateriales (estudio de elementos de origen no terrestre).

Todo este movimiento en mundo ufológico invito a sus seguidores a despertar y reconocer que se hacía necesario avanzar del tema de Roswell para asumir que una urgente actualización era inminente. Los últimos tres años se han visto repletos de historias, informes y trabajos investigativos que han puesto a prueba el conocimiento que teníamos de la temática. Se nos informó que el millonario Robert Biguelous estaba al frente de programas que investigaban temas relacionados con propulsión, antigravedad, efectos físicos y psicológicos de los encuentros ufológicos sobre los humanos y más.

Por otra parte, con todas las informaciones desplegadas y gracias al arduo trabajo tanto de investigadores como divulgadores la marina de los EE. UU reconoció que algunos de sus miembros habían tenido “encuentros” con misteriosos objetos voladores durante algunos ejercicios navales, que eran reales y que eran denominados “Fenómenos Aéreos Anómalos” (UAP en su denominación en inglés). Este trabajo se vio coronado este mes de abril cuando fueron desclasificados los videos de manera oficial por parte del Pentágono de los casos denominados Nimitz (2004), Flir 1 y Go Fast (ambos ocurridos en 2015).

Mientras todo este movimiento ocurría el congreso norteamericano impulsaba legislaciones destinadas a delinear lo que sería el acceso a la información por parte de sus miembros y la necesidad de transparentar la misma a sus ciudadanos. Todo el interés que se había suscitado por saber que ocurría sobre los cielos estadounidense obtuvo como respuesta el reciente mes de agosto cuando nuevamente el Pentágono comunicara la creación de la “Fuerza de Tarea de Fenómenos No Identificados” (UAPTF) la que tiene entre sus misiones "mejorar su comprensión y obtener información sobre la naturaleza y los orígenes" de los fenómenos inexplicables, además de "La misión del grupo de trabajo es detectar, analizar y catalogar los UAP que podrían representar una amenaza para la seguridad de los ciudadanos estadounidenses".

A esta iniciativa de investigación se han sumado Japón quien en un comunicado a través del ministro de defensa en el este mes anunció los nuevos procedimientos para que la Fuerza de Autodefensa de Japón (SDF) destinados a la recopilación de información sobre Objetos Voladores No Identificados.

Como has podido leer en esta escueta reseña, el mundo de la ufología esta en lo que podríamos denominar una ufología2.0  donde las historias sobre los ovnis de Roswell y otros casos emblemáticos están siendo mencionados solo como referencia histórica o enlazados con aspectos similares en lo concerniente a los datos tanto de elementos o vestigios que los correlacionen con lo que podría ser la investigación de lo que se ha denominado metamateriales, como ha sido el caso de las entregadas por Linda Moulton Howe a TTSA en julio de 2019 las que estarían relacionadas con el caso Roswell y que están siendo analizadas  para comprobar sus extrañas aleaciones.

Por todo esto es que la Comunidad de Alerta Ovni apuesta por estimular el gusto por la lectura en sus seguidores pues creemos que solo así crearemos grupos de individuos informados que contribuyan a masificar esa necesidad por develar la verdad que se oculta tras este enigma que ha acompañado al hombre a lo largo de su historia. Solo así evitaremos convertirnos en aquello que los grandes investigadores tanto temían “un colectivo que solo ha ayudado a mantener con vida el negocio del embuste y la charlatanería”.